Orden de Valores

Ponemos lo esencial en el corazón de lo importante, al “ser” en medio del “hacer” y del “tener”.

Ser único y sagrado

Toda persona es creada, a imagen y semejanza de Dios, como un ser único y sagrado.

Esperanza

El mundo nuevo se funda y tiene sentido en una esperanza. Los anhelos de bien y trascendencia, inscritos en el corazón humano, tienen su manifestación concreta en la capacidad de soñar, de concebir un mundo mejor, de visionar un destino superior para sí mismo, su entorno social y toda la creación.

Gratuidad

La gratuidad implica la entrega de talentos, recursos y competencias, personales u organizacionales, sin querer retener para sí los frutos, ni apropiarse de todos los resultados, o poner bajo su poder y control la acción emprendida.

Confianza

Es la sabia que recorre las arterias de toda relación. En la confianza se construye la persona y su vínculo con los otros y el entorno. En ésta se funda la ética y, por tanto, un desarrollo sostenible.

Amor y compasión

Es la base para un crecimiento equilibrado. La compasión como expresión del amor implica estar presente en el otro, viviendo entrañablemente su condición, para acompañarle en su desarrollo.

Error y perdón

Asumir límites y fortalezas; pequeñeces y grandezas; vulnerabilidad y poder, tanto personales como de los otros, es condición esencial para vivir el perdón y la reconciliación.

Alegría

Consecuencia de un actuar coherente y fecundo. Un actuar pleno y acciones con sentido, traen como añadidura la alegría como una expresión del alma.